Radio Cadena Mi Gente 700AM

Una Radio con programación Adulto Contemporánea, con amplia participacion Ciudadana, que representa el sentir y pensar de la Mayorías. La Radio eres Tú..!

13 DE JUNIO DEL 2008

Por:

William O. Chamagua

Kenny Bolaños

EL PENSAMIENTO DE MI GENTE

Jamás en nuestra historia el costo de la vida ha sido tan alto. Los salvadoreños y salvadoreñas jamás habíamos sufrido tanta zosobra y miseria diaria al ir al mercado en busca de los productos más esenciales para vivir: nuestros alimentos.

Desde una libra de papas hasta el gas propano; y así todas las cosas: el precio del pasaje, las escolaridades, la ropa, los zapatos etc. etc. todo ha subido estrepitosamente de precio, no así los miserables sueldos, como una nube negra sobre nuestro espíritu, estos se mantienen igual ó peor, y no existe la menor esperanza de un aumento significativo que sirva siquiera para cubrir la mitad de lo que se necesita para vivir dignamente. !Qué horror!

El desempleo tiene índices catastróficos, y cuando por causalidad encontramos uno, como un pedazo de trapo chuco, este solamente nos ofrece un miserable sueldo de hambre.

Con todo esto, según estudios de varias instituciones como COLPROCE, es decir, el Colegio de Profesionales de las Ciencias Económicas, el sueldo mínimo en nuestro país debería oscilar por los 500 dólares, tomando en cuenta los precios y necesidades básicas de un grupo familiar pequeño.

A pesar de esta grave pobreza nuestro gobierno se jacta al tratar de hacernos creer que disfrutamos de uno de los mejor remunerados salarios mínimos en Centro América.

La crisis la vive nuestro pueblo, el mismo que a diario se rebusca por estirar tal hule, uno o dos dólares para sobrevivir, regateando, fiando, prestando, empeñando sus cosas o simplemente privandose cosas tan vitales como la alimentación.

Pero nuestros flamantes, misericordiosos, bondadosos, y amorosos gobernantes no lo entienden, ni siquiera imaginan lo que es la austeridad o la carencia, cuando el pueblo sufre una crísis inusitada a tal grado que le lleva a la desesperación.

Por supuesto que nuestros gobernantes no lo entienden, y lo demuestran como tal al despilfarrar el escaso dinero del pueblo, uno de tantos ejemplos es el enorme dispositivo de carros de lujo y armas que acompañan al presidente cada vez que sale a la calle, o el ejemplo tan indignante del gasto millonario en propaganda ó en sus tan comunes viajes y banquetes internacionales.

La crísis económica la vive el de abajo, el sastre, el albañil, el obrero, el profesor, la doméstica, y hasta Radio Cadena Mi Gente, pero mucho más el desempleado, no así el gran empresario protegido siempre por el gobierno, quien tolera deliberadamente que toda la cascada de impuestos o efectos inflacionarios la absorba el consumidor final, nunca el que maneja la gran producción o la exportación.

Pero ahora resulta que toda la culpa la tiene el petróleo, y se ha vuelto una moda impuesta por los medios y por el partido de gobierno tapar esta grave crisis con el burdo eslogan de "la crisis internacional"; nos surge entonces la pregunta ¿Y qué pasó con la dolarización? ¿Y los tan anunciados TLC de la bonanza? ¿No que lo mejor estaba por venir?

Los medios que se autodenominan grandes no tienen ni la menor sutileza al referirse a nuestra crísis nacional como "La crisis internacional" con el objetivo de que nadie apunte sus ojos al verdadero responsable: El Estado y Gobierno Salvadoreño, por sus políticas tan negativas y, que lejos de apoyar el empleo digno, fomenta la migración ilegal masiva.

No se puede negar que a nivel internacional existen factores de crísis como los precios que imponen las compañías transnacionales a los petróleos, las especulaciones de las grandes transnacionales en las bolsas de valores por la guerra de los Estados Unidos contra varios países..., pero las y los salvadoreños debemos tener claro que hay un sólo responsable de que una libra de frijoles tenga ahora un costo diez veces más alto que el que tenía hace 19 años: Este es el partido en nuestro gobierno, pues bajo su mando nunca ha existido regulación de precios, políticas de fomento a la pequeña y mediana empresa, fuentes masivas de empleo digno y bien remunerado, políticas de justicia económica exportadora, reglas justas en el comercio, eliminación de la evasión de impuestos y los monopolios o privilegios para la gran empresa, solamente para mencionar algunos ejemplos.

Es entonces necesario que el pueblo asuma un nuevo rumbo, uno de salvación, con justicia y estrategia; pero esto no será posible con el actual gobierno, lo cual está más que evidenciado. Es un cambio radical en la administración, conducción y visión del gobierno; y dependerá del pueblo quien o quienes lo hagan.

Hasta hoy nos han enseñado que no hay salvación, que hay que emigrar y dejarlo todo en las manos de los expertos, aunque tengamos que comernos las uñas y seguir esperando de por vida porque lo mejor está por venir. Pero es imperioso que desaprendamos toda esa sugestión tan nociva, como pueblo tenemos derecho a no vivir sobreviviendo, sino a una vida digna. Mi amado pueblo, un Nuevo y brillante El Salvador es possible, que no te quede la menor duda, Dios te bendiga.


William Osmar Chamagua
Director General, Radio Cadena Mi Gente, AM 700
www.radiocadenamigente.net
Teléfonos en El Salvador
Cabina: 2298-9500
Oficinas: 2245-4150/2245-4148

Pensamiento escrito el pasado 6 de Junio , 2008

Por William Osmar Chamagua


El Presidente Saca González recibirá el premio “Path to Peace” (Camino a la Paz) 2008.

En la Pagina web de Benedicto XVI aparece una nota que textualmente dice: El Presidente Saca González recibirá el premio “Path to Peace” 2008, donde afirma que: el próximo 10 de Junio del corriente, el Presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca González, recibirá en Nueva York el premio “Path to Peace” que otorga cada año la fundación del mismo nombre en reconocimiento a un relevante liderazgo personal en la comunidad internacional.


El Presidente de la fundación -instituida en 1991- es el Arzobispo Celestino Migliore, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU.

Un comunicado de la fundación explica que la entrega del premio este año al Presidente de El Salvador responde, entre otros motivos, al “haber diseñado un mapa de la pobreza que identifica las zonas de extrema miseria para poder trabajar así en su erradicación” y a “su colaboración en el Acuerdo para el Proceso de Paz”.


Elías Antonio Saca González fue nombrado Presidente de la República de El Salvador en 2004 y una de sus primeras medidas fué, explica el comunicado, “nombrar un responsable para el gobierno democrático que, a su vez, creó un grupo donde estaban incluidos representantes de todos los partidos políticos para resolver asuntos de interés nacional”.


Es obvio que el Vaticano no se ha tomado el tiempo para investigar que estas ideas quedaron solamente plazmadas en las hojas de papel que fueron sacrificadas para escribirlas. A cuatro años de gobierno del Presidente Saca, nada de esto se ha materializado; todo lo contrario, el pueblo salvadoreño vive hoy en peores condiciones que cuando el Sr. Saca llegó al poder.


A la ley del día nos encontramos con privatizaciones, con un total desmantelamiento de la industria y de la agricultura nacional, dolarización, el TLC, y la entrega de actividades económicas clave a intereses monopólicos, hoy más que nunca, el pueblo salvadoreño vive una situación desesperante.


Sin embargo, el Vaticano se ha a tomado la tarea de premiar al Sr. Presidente por algo que él nunca hizo.


Con todo esto, no es la primera vez que el Vaticano se equivoca, lo hizo con Galileo Galilei, en la Edad Media y lo sigue haciendo en pleno siglo XXI. Errores como este, no deberían de continuar cometiéndose en un sistema religioso tan lleno de recursos como lo es el Vaticano. A menos, que por supuesto, estos sean errores cometidos a drede en beneficio de intereses oscuros. Aunque la Iglesia está compuesta por seres humanos, a estas Alturas no debería de equivocarse de una forma tan atróz.


El Vaticano tambien se equivocó bajo el liderazgo de Pío XII, mejor conocido como “El Papa de Hitler”, quien apoyado por empleados del Vaticano, abiertamente antisemitas, y con esto no estamos defendiendo a los Judíos, sino más bien denunciando la doble moral del Vaticano desde épocas del pasado hasta hoy, apoyó el sistema asesino Nazi.


Ante esto surge la pregunta, ¿Hasta cuando parará el Vaticano de equivocarse apoyando siempre a la persona ó el sistema político equivocado?


Todos debemos saber que se peca por Acción y por Omisión, y El Vaticano y su representante ha mantenido una actitud de Omisión ante las injusticias cometidas por los poderosos y por sus patrocinadores. En buen Salvadoreño lo diríamos así: “El Vaticano se hace del ojo pacho”.


Se equivocó tambien al no oponerse a la invasión de Irak. Juan Pablo II actuó fríamente ante las amenazas contra el pueblo Irakí; el mismo que hoy se desangra y sufre vejámenes de los invasores, y en donde nuestro mismo Presidente, el que hoy recibirá el premio “Path to Peace“, tiene a nuestros soldados, a nuestros hermanos expuestos al peligro y donde nuestras madres han derramado lágrimas por sus hijos muertos y lesionados en tierras lejanas.


Si bien el Vaticano es sujeto de Derecho Internacional y tiene representantes en muchos organismos mundiales, no le da derecho de manejar la política internacional junto a las élites para beneficiar la imagen de sus patrocinados y patrocinadores. Peor aún escuchar en los púlpitos el discurso conservador de que la Iglesia no debe meterse en Política; mejor deberían clamar a los cuatro vientos que la Iglesia no debe salirse de la política, ya que abandonar la política sería abandonar y dejar a la deriva el rebaño de Dios.


Hace pocos meses fuimos testigos, a través de la Prensa Internacional, de la Visita del Representante del Vaticano a la Casa Blanca y donde no es una simple coincidencia haber visto a George Bush cantando las mañanitas a Benedicto XVI, quien fué recibido con honores al igual que su anterior amigo, y ex-primer Ministro Británico Tony Blair.


Pareciera que todo estaba fríamente calculado, como para intentar levantar la imagen tan deteriorada del Presidente Norte-Americano. Al mismo tiempo que se intentaba rescatar las arcas de la Iglesia Estadounidense y del mismo Vaticano ante tanto escándalo sexual, así como también frente al enorme auge de muchas sectas protestantes.


Estamos por lo tanto denunciando, no a los fieles de la Iglesia Católica Romana, sino más bien las actitudes subjetivas de los representantes de la misma, que teniendo el poder lo aprovechan para actuar de acuerdo a su gusto y placer estrictamente individual y obedeciendo a intereses extraños que nada tienen que ver con la lucha en contra de la extrema pobreza de nuestros pueblos.


Invitaríamos a los representantes del Vaticano a que vengan a conocer nuestra realidad, pero que se bajen de los carros de lujo y caminen junto a las necesidades de los más pobres.


Que extraña coincidencia, que cuando el Presidente de nuestro País, está desarrollando la estrategia de ganarse a las Iglesias de todas las denominaciones de cara a las elecciones del 2009, reciba este Premio, que le servirá para pagar más Publicidad con el dinero del Pueblo a sus amigos y sus monopolios televisivos, radiales, y medios escritos.


Es por esto que nosotros somos testigos de como el Sr. Presidente de la República junto a Pastores y Curas difunde su mensaje de engaño para ganar más votos y levantar la deteriorada imagen de su candidato patrocinado.


Intenta sorprendernos con la “Libertad de Culto”, y se auto-vende como el paladín de las libertades.


El Vaticano trata con manos de ceda a los que implementan su Proyecto en todos los rincones del mundo, pero a los que implementan la Justicia, que anuncian el evangelio y denuncian la mentira, el Vaticano, simplemente los ignora.


Cuando Monseñor Romero llegó al Vaticano fué ignorado, y reprendido por estar al lado de los más nececitados, y por salirse, según ellos, de la línea.


Es por esto que además del título de sacerdotes, el clero representante del Vaticano tambien se hace acreedor a títulos militares como el de Coronel. Los mismos, son a menudo vistos fotografiándose con políticos, y la gente de alcurnia, celebrándo actos solemnes exclusivamente diseñados para los poderosos con sus templos estrictamente custodiados.


Y ahora, este anunciado premio “Path to Peace 2008”, que será entregado por el Vaticano al Presidente Salvadoreño este 10 de Junio próximo carece de una total legitimidad, y es por lo tanto un insulto más, en la larga letanía de los mismos, al pueblo salvadoreño.


William Osmar Chamagua
Director General, Radio Cadena Mi Gente, AM 700
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10 DE JUNIO DEL 2008

Por William Osmar Chamagua

www.radiocadenamigente.net Williamchamagua@yahoo.com

A ninguno de nosotros nos cabe la menor duda de que estamos viviendo tiempos malos. La pobreza, la miseria, el dolor, el hambre, el desempleo, las enfermedades, los malos gobernantes, el egoísmo, la vanagloria, la opresión y todos los males sociales que padecemos el día de hoy, son, aunque usted no lo crea, el resultado de la falta de conocimiento y obediencia a Dios en nuestras vidas, el producto de nuestras maldades.

Veamos lo que tan claramente nos dice la palabra en el libro a los Efesios 5:1-21, en relación a este tema:

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos; ni obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias.

“Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia.

“Por tanto, no seáis partícipes con ellos; porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz (porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad), examinando qué es lo que agrada al Señor.

“Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas; porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto. Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz, pues todo lo que se hace visible es luz. Por esta razón dice:

“Despierta, tú que duermes,
y levántate de entre los muertos,
y te alumbrará Cristo.


“Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor. Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor; dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre; sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo“.

No es de dudarlo que nosotros, como individuos y como nación nos hemos olvidado de Dios, y hemos preferido en su lugar, las maldades de nuestro corazón. Todo mundo dice creer en Dios pero a nadie le interesa saber que es lo que en realidad Dios espera de cada uno de nosotros.

Tenemos nuestras mentes tan llenas de todo tipo de ruido, que la única voz que no escuchamos es la voz de quien nos ha dado la vida. Muchas personas al encontrarse con la palabra de Dios simplemente dicen: “Yo creo en Dios pero no creo en lo que dice la biblia”.

No entienden lo ilógico que es decir lo que dicen. Y al final, queremos por nuestros propios medios resolver nuestros propios problemas, sin darnos cuenta que hemos pasado años y años tratando de resolverlos pero en lugar de salir del hoyo lo hacemos más profundo.

La voluntad de Dios es que cada uno de nosotros promueva la obediencia a los mandamientos eternos, la paz, la unidad, el amor, el gozo y la compasión

entre todos los hombres.

Dios, quien fué manifestado en carne 2000 años atrás en la persona de Jesucristo, el Creador eterno, Autor de la verdadera libertad, no del tipo de libertad de la cual habla nuestro gobierno actual en El Salvador, Dios nos ha hablado con razón, con exactitud y con claridad en relación a la justicia, la verdad y la realidad existente tanto en el Cielo como en la Tierra.

Con todo esto, en un abierto desafío a la Palabra de Dios, en un descarado reto al creador de los cielos y de la tierra, en un abuso y falta de respeto directo a la Biblia, el hombre caído, tanto en el campo de la política, en el campo de la religión, y en el campo de la empresa privada, ha pervertido la justicia, a pervertido la verdad y la realidad, creando y dejando un legado doloroso de negligencia, de confusión, un caos total y explotación; y por ende, ha creado una necesidad imperiosa de corrección y redención por parte de nuestro misericordioso Dios.

Es por esto que Don Eduardo Galeano tiene razón al escribir en su libro “El Mundo Alrevéz”:

“La escuela del mundo alrevéz es la más democrática de las instituciones educativas. No exige exámen de admisión, no cobra matrícula y gratutitamente dicta sus cursos, a todos y en todas partes, así en la tierra como en el cielo; por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal.

“En la escuela del mundo alrevéz, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las vívoras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos. El mundo alrevéz: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo”.

Es por esto que, a cuatro años de nuestro actual gobierno estamos hoy peor que nunca. Han sido 19 años de aplicación de recetas extranjeras, privatizaciones, un desmantelamiento completo de la carreta del pueblo, la industria y la agricultura han desaparecido, se nos ha inyectado de una forma grosera el dólar, el papel del estado en áreas críticas para el desarrollo social y productivo a desaparecido, y el pueblo salvadoreño vive hoy una situación desesperante.

Nuestra gente más humilde, en especial, se ve obligada a soportar un elevadísimo alto costo de la vida, los alimentos son cada día más y más inalcansables para la población. Y esto que no hemos hablado del alto costo de la medicina, del combustible, y de los servicios y productos básicos para el uso personal. Anto todo esto, ¿cual es la respuesta de nuestro gobierno? Ninguna, solamente la indiferencia.

¿Y todo por qué? Es muy sencillo. Tanto como personas y como nación, hemos cometido un abierto desafío a la Palabra de Dios, al poner al mando de nuestra patria a gente que sin tapujos le ha importado un comino desobedecer de forma directa los más grandes mandamientos jamás dados a los hombres.

En un descarado reto al creador de los cielos y de la tierra, en un abuso y falta de respeto directo a la Biblia, el hombre caído, tanto en el campo de la política, en el campo de la religión, y en el campo de la empresa privada, ha pervertido la justicia, a pervertido la verdad y la realidad, creando y dejando un legado doloroso de negligencia, de confusión, un caos total y explotación; pero lo más grave de todo esto es que nosotros mismos como pueblo lo hemos permitido y lo hemos tolerado a tal grado que hemos dado nuestro voto de aprovación a sistemas políticos y religiosos corruptos.

En este siglo veintiuno, el mal se ha multiplicado de tal forma que toda la vida y la libertad se hallan en riesgo de destrucción por parte de los impíos, cuyas conciencias están cauterizadas por el mal, la puerca lavada revolcándose en su propio cieno, y el perro digiriendo su propio vómito. Estamos tan mal, que hasta la misma iglesia de Jesucristo se ha convertido en una de las más perversas rameras al acostarse con el mejor postor, que en nuestro caso es nuestro mismo gobierno.

La supuesta Iglesia de Jesucristo se ha vuelto tibia e indiferente en la búsqueda de su ministerio redentor sacerdotal y a su autoridad profética correctiva, y a tolerado y participado de los males y errores dominantes de nuestros días, participa en el pecado, y añade y celebra la maldad de los hombres insensatos.

La indiferencia, y la desobediencia de la iglesia moderna a los mandamientos de Dios es tal, que hasta ella misma se atreve a dar galardones por un supuesto trabajo en favor de los pobres en El Salvador, a su líder político, un total y completo insulto, no solamente al pueblo, pero lo que es peor, un insulto directo a Dios.

Es por lo tanto necesario que para que nuestras futuras generaciones de hijos de Dios aún no nacidas puedan aprender sobre la justicia y el juicio sin sufrir el costo de los pecados repetidos, que juntos como nación declaremos con quebrantamiento nuestro arrepentimiento de nuestra dolorosa transgresión a la Ley Divina.

Pueblo de El Salvador, todos nosotros, creyentes y ateos, políticos y no políticos, hombres y mujeres, niños y ancianos, jóvenes y viejos, ricos y pobres, profesionales y campesinos, todos nosotros hemos descuidado nuestras mismas almas y las almas de nuestros hermanos.

Clara y tácitamente hemos desobedecido los mandamientos de Dios a nuestras vidas en su palabra;

hemos edificado falsos altares de adoración por medio de nuestros puestos políticos, puestos religiosos, o por medio del dinero robado que tenemos en nuestras cuentas de banco, hemos edificado é impulsado nuestros propios egos en lugar de impulsar el Reino de Jesús el Cristo.

La gran mayoría de nosotros, con mucha frecuencia, nos hemos quedado cortos en cuanto a la integridad, a la fidelidad y hemos participado en una total desonestidad los unos con los otros, nos hemos robado a nosotros mismos, hemos actuado con egoísmo, con maldad, y hemos cometido un total desacato a lo que Dios requiere de nosotros.

Juntos, hemos fallado y actuado como cobardes al no confrontar la falsedad, la corrupción, y la injusticia de manera consistente tanto en la Iglesia como en nuestro mismo gobierno. Hemos sufrido profundamente de temor al hombre, pero nos hemos olvidado de temer a Dios. Hemos permitido que los cobardes, los mentirosos, los servidores del diablo hagan lo que les dá la gana con nuestro pueblo.

Nuestros líderes religiosos se han conformado y han logrado reducir el poder del evangelio trascendente a una mera forma de credo vacía de contenido espiritual o de realidad presente debido a nuestra prostitución con los ídolos de la paz y la prosperidad económica personales, y de grupos empresariales vendidos a intereses mezquinos.

Como personas y como nación hemos descuidado nuestras responsabilidades dadas por Dios de ser la sal, la luz, el maestro y los maestros y los ejemplos para el mundo; y como resultado de toda esta desobediencia, nuestro mundo, nuestra patria se encuentra en una situación desesperada, a tal grado que estamos al borde de la autodestrucción una vez más.

Como pueblo, tanto nosotros como nuestros padres nos hemos acomodado a una versión sub-estándar y falsa del Cristianismo en nuestras iglesias locales y denominacionales; nos conformamos con decir yo no me voy a cambiar de religión, aquí nací y aquí me quedo, tolerando de esta forma todo tipo de maldad y de injusticia cometida por nuestros mal llamados pastores y sacerdotes.

Somos nosotros mismos quienes hemos tolerado el pecado en nuestras iglesias cuando debimos haber administrado la disciplina eclesiástica y la excomunión; somos nosotros mismos quienes hemos permitido que las herejías se hayan deslizado a lo interno de nuestras iglesias, y por ende, a nuestras instituciones de educación superior, a nuestras instituciones de gobierno.

Hemos fallado al no requerir de nuestros líderes políticos, religiosos, y líderes de la educación, fallamos y nos acobardamos al permitirles que enseñen y practiquen y hagan lo que les dá la gana, negando de esta manera al verdadero Maestro, a Jesús de Nazareth y su inerrante Palabra escrita.

Hemos amontonado para nosotros mismos maestros, sacerdotal, pastores y gobernantes que suenen gratos a nuestros oídos, que nos cuenten falsedades agradables en lugar de convencernos de pecado y demandar que vivamos vidas justas de obediencia a los mandamientos divinos.

Pueblo de EL Salvador somos culpables de haber vendido, y continuar vendiendo las mentes y las almas de nuestros hijos a la influencia impía de la educación secularizada y a los medios de comunicación también secularizados; medios plagados con la mentira, llenos de materialismo, de odio, de calumnias, de falsedades. Todos conocemos que es lo que debemos hacer pero rehusamos ejecutarlo.

Hemos permitido que nuestras iglesias, y nuestros atrios de gobierno séan irrelevantes, que se conviertan en ghettos sin poder y sin verdad, permitiendo que aquellos que aborrecen o abandonan a Dios y Sus estándares justos para nuestra sociedad nos continúen robando nuestra patria frente a nuestros ojos adormitados por el mal.

Hemos dado luz verde a políticas equivocadas, a pecados flagrantes, ha asesinatos y hemos permitido que atrocidades espantosas sean convertidas en leyes por nuestros oficiales públicos elegidos y designados – en los campos legislativo, ejecutivo y judicial – sin levantarnos en masa, sufriendo el miedo, y sin demandar que séan corregidos en el nombre del Señor y por causa de la justicia.

Como Salvadoreños (as) hemos consentido que tanto los hombres Cristianos como los no-Cristianos de nuestra sociedad fallen en el liderazgo, tanto en el campo político como en el campo religioso y privado; y hemos permitido que hayan llegado a convertirse en seres debilitados, domesticados, dependientes, en animales irracionales centrados en sí mismos, llenos de vanagloria; y, en el extremo opuesto, hemos permitido que hombres y mujeres al mando de nuestro gobierno político-religioso abusen de su autoridad por su falta de amor hacia nuestro pueblo.

Como nación nos hemos convertido en una sociedad de consumo, abusando de nuestros propios medios financieros al abusar del crédito, intercambiando de esta forma nuestra libertad por la cautividad financiera. Nuestros propios bancos en manos del gran capital salvadoreño nos roban y estafan descaradamente con sus intereses y costos de operación desmedidos.

Hemos adoptado y permitido la codicia y el materialismo de nuestra cultura, buscando la aprobación de los hombres y descuidando el temor del Señor de los cielos. Tenemos mas temor a los hombres que al mismo Dios. Pensamos que Dios es solamente amor, olvidando que Dios es tambien fuego consumidor.

De hecho, el mismo infierno no es creación del diablo, el infierno es creación de Dios. El infierno fué creado para servir de cárcel a los espíritus inmundos, abusadores y descarados oponentes a la voluntad de Dios.

Pastores y sacerdotes mentirosos de todas las denominaciones nos han atrapado y encerrado en una versión auto-centrada y falsa del Cristianismo, enfocándonos en nuestras propias necesidades y deseos en lugar de enfocarnos en la gloria de Dios y en sacrificarnos a nosotros mismos por las necesidades de nuestros hermanos y hermanas.

Nos hemos interesado más en el Cielo, en el futuro y en escapar de este mundo en la Segunda Venida de Cristo, que con preparar a su Prometida, a su Novia, para que ésta séa sin mancha, hermosa, gloriosa y le complazca a Él cuando venga cuando aparezca a recogerla.

Tontamente y sin inteligencia le hemos permitido al diablo que nos separe los unos de los otros, miembros todos del cuerpo del Señor. Satanas nos ha dividido por medio del orgullo, por medio de los celos y la competencia, por medio de una falta de servicio humilde de los unos hacia los otros, y por concentrarnos en asuntos menores divisivos en lugar de concentrarnos en los claros mandamientos Bíblicos del evangelio de Jesucristo.

Hemos descansado, de manera ociosa é indiferente, mientras nuestros gobernantes nos oprimen, nos destazan, y hacen pedazos a nuestros hermanos. Todo eso es de inspiración satánica, y a raíz de ello, hemos tambien permitido el avivamiento de religiones, de pastores, de sacerdotes paganos, disfrazados de corderitos de Dios, quienes han esclavizado a dos terceras partes de nuestro pueblo, causando un sufrimiento masivo e innecesario a nuestros hijos.

¿Y todo por qué? Porque nosotros mismos lo hemos permitido, somos nosotros mismos quienes les hemos dado a estos portadores del mal la luz verde.

Como pueblo hemos fallado al no conducir nuestras vidas, y al no manejar nuestros asuntos con la certidumbre conciente, con un conocimiento claro de que los estándares eternos de Dios para la justicia personal, y para la justicia social son inmutables é inexorables en sus relaciones absolutas de causa y efecto. Hemos por lo tanto deshonrado así a Dios, y a su eterna palabra, jugando nosotros el papel de tontos en nuestras vidas personales y en las políticas sociales.

Es necesario por consiguiente:

Que como pueblo pidamos perdón, que como pueblo nos quebrantemos de todo corazón, que con toda humildad nos postremos nosotros mismos frente al trono invisible del Dios Todopoderoso, suplicándole como nación que perdone nuestros pecados, nuestras maldades, así como además la de nuestros líderes y la de nuestros padres.

Entendamos que hemos cometido maldades plagados con tanta gravedad y cruel dad, tanto en contra de Dios mismo, como en contra de los unos con los otros y contra de nuestro mundo agonizante.

Es tiempo El Salvador de que clamemos a nuestro Padre en los Cielos para que nos perdone, y nos dé el amor y la sabiduría necesaria para salir adelante de este atoyadero.

Es por esto que II de Crónicas 7:11-18 nos dice:

“Así acabó Salomón la casa del SEÑOR y el palacio del rey, y llevó a cabo todo lo que se había propuesto hacer en la casa del SEÑOR y en su palacio. Y el SEÑOR se apareció a Salomón de noche y le dijo: He oído tu oración, y he escogido para mí este lugar como casa de sacrificio.

“Si cierro los cielos para que no haya lluvia, o si mando la langosta a devorar la tierra, o si envío la pestilencia entre mi pueblo, y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.

“Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la oración que se haga en este lugar, pues ahora he escogido y consagrado esta casa para que mi nombre esté allí para siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días. Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas, yo afirmaré el trono de tu reino como pacté con tu padre David, diciendo: ``No te faltará hombre que gobierne en Israel“.

Es por lo tanto necesario que juntos, en arrepentimiento, vergüenza y dolor pidamos perdón a Dios, pidamos perdón a nuestro pueblo, a nuestros hermanos y hermanas, a nuestros hijos é hijas, y a todos a quienes hayamos ofendido, ignorado o despreciado; pidamos perdón ante

quienes no hemos sido honestos, abiertos, vulnerables y sensibles; y cuyas vidas hemos considerado equivocadamente innecesarias para nosotros.

Pidamos que nos perdonen en el nombre de Jesús y unamosnos en busca del bienestar común.

Pidamos perdón por exhibir delante de nosotros mismos vidas horribles y faltas de inspiración, carentes de la integridad, la compasión y el poder de Dios.

Pidamos perdón por ser ejemplos tan pobres del amor de Cristo, y por nuestra falta de unidad de modo que hemos traído verguenza a su evangelio.

Pidamos perdón por nuestro fracaso, por no demostrar con nuestras vidas la veracidad de Dios y de su palabra.

Pidamos perdón por no hacer uso de nuestra posición como siervos de Dios en los asuntos de nuestra nación, de la ley, en los asuntos del gobierno, de la economía, de los negocios, de la educación, de los medios de comunicación, de las artes, de la medicina y de la ciencia, hemos fallado al no actuar como la sal y la luz del Dios al mundo; de modo que estas esferas de la vida pudiesen a estas alturas ofrecer a nuestro pueblo más ayuda, justicia total, esperanza, paz y gozo en el nombre de Jesús.

Hemos fallado miserablemente como iglesia, como pueblo, como nación, como gobierno, y nececitamos pedir perdón en el nombre del Señor que nos creó a todos para su gloria.

Es por lo tanto importante y necesario que nuestro Dios perdone nuestra desobediencia deliberada, nuestra dureza de corazón é indulgencia egoísta.

Señor de los cielos pedimos que usted escuche nuestras oraciones, que perdone nuestros pecados, y pedimos que sane nuestra tierra, Dios de los cielos.

Cierro con las palabras del Profeta Daniel 9:19...

"Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo."

Junio 10, 2008

Por William Osmar Chamagua

Kenny Bolaños

Editorial

Bueno, como ustedes sabrán ya ha comenzado la guerra electoral negra, blasfema, sucia, cochina en contra de la inteligencia de nuestro pueblo.

A 8 meses de distancia para que se realicen las elecciones en nuestro país, los cañones del mal han comenzado a arrojar fuego por sus bocas, exponiendo a nuestra gente a la agresión indiscriminada de campañas televisivas, radiales y periódicos de la derecha con su lanza enfilada en contra de la oposición del mismo pueblo a quien dicen servir.

Ya ha comenzado la guerra sucia como recurso acostumbrado de los partidos que gobiernan a nuestra nación, que habiendo gobernado tan mal, y diciéndocelos el pueblo, no se dan por aludidos, y en su afán de mantenerse en el poder, ellos y solo ellos, con su dictadura en el gobierno, atacan a la oposición de la misma forma que lo hicieron en el 2004 en contra del entonces candidato Presidencial y ahora desaparecido Shafíck Hándal.

Los alguaciles del mal, haciendo uso de las mismas armas engañosas de siempre han despertado de la ultratumba una vez más, y están ya por medio de sus canales de siempre denigrando con impunidad el honor y la integridad del candidato del pueblo salvadoreño, sin que el Tribunal Supremo Electoral, la institución que está obligada por ley, actúe, aún cuando representa un enorme tragante de nuestros impuestos y que se debe a un acuerdo de paz crucial.

Se ha vuelto ya muy común ver en cada momento en televisión, los medios escritos, y radiales, al partido de gobierno, disfrazado de “fundación pro libertad” difamando, injuriando y calumniando a los opositores, con lujo de despilfarro y libertinaje, pisoteando el nombre del candidato y el de los miembros del partido de oposición, adjudicándoles todo lo que se les viene en gana, acusándolos de hechos graves, sin importarles en lo más mínimo la legal dad, la moral, la justicia, pero sobre todo sin el menor respeto a la inteligencia de la gente, del pueblo, a quienes nuestros gobernantes consideran tonta é ignorante, al pretender que con su negra campaña se olviden del hambre diaria y de la angustia causada por la terrible delincuencia y migración que el mismo gobierno ha propiciado.

Lo peor de todo es que el partido de gobierno, habiendo violado de tantas formas la libertad del pueblo, se pone el disfraz de defensor de lo que ellos llaman “libertades”; pero bien, estos mismos dirigentes nos han demostrado vez tras vez que no conocen absolutamente el significado de la palabra honestidad.

Si erradicar la dictadura del fraude electoral y la corrupción costó tanto sacrificio del pueblo hasta lograr un acuerdo de paz, es entonces el pueblo y sus organizaciones los llamados a imponer el respeto, obligando al Tribunal Electoral y a las instituciones de justicia, a poner fin a esta guerra al estilo de los años ochenta, pues estos señores con esa práctica nos imponen el fraude, la represión sicológica, el miedo a la alternancia del gobierno establecida en la constitución, y además y una clara burla y abierta ofensa a nuestra inteligencia.

Toda campaña electoral, según la ley y la lógica, debe ser la oferta de propuestas de gobierno, las virtudes ó aptitudes de cada candidato, no para hundirnos en la ignorancia, la intimidación y la cultura de la mentira.


El mismo código electoral prohíbe la propaganda injuriante, y obliga al Tribunal Electoral a actuar ante la fiscalía general al cometerse este tipo de delitos, sin embargo, hasta ahora el partido de gobierno y sus cómplices, han pisoteado el espíritu de aquel acuerdo de paz con el que fué creado el nuevo órden electoral; ellos mismos, comenzando por el señor Araujo, miembro del partido de gobierno, presidente de esa institución, han promovido esta impunidad y mañas del pasado.

Ya existe un precedente que debe servir de pauta al tribunal electoral y al pueblo: la condena judicial contra uno de los derechistas que difamó vilmente a Shafíck Hándal en las elecciones anteriores; pero, aunque todos sabemos claramente que el partido de gobierno es la misma que vulgarmente se hace llamar “fundación libertad” para cometer el delito de difamación, cabe preguntarse:

¿Será que permitirá el pueblo que nuevamente se imponga como triunfador el terror y el fraude electoral?


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